Queremos destacar la importancia de la Integración sensorial en las etapas del desarrollo, que fue iniciada por Jean Ayres.
La información es procesada por el sistema nervioso central generando respuestas ante los estímulos recibidos. Cuando estas respuestas no son acordes a la entrada sensorial recibida estamos ante un trastorno de la integración sensorial.
La integración sensorial trabaja sobre los siete sistemas sensoriales haciendo énfasis en el sistema vestibular, el propioceptivo y el táctil. Estos tres sistemas son la base para un adecuado desarrollo del niño.
La maduración de los sistemas sensoriales, permitirá al niño desarrollar habilidades sensoriomotrices, cognitivas e intelectuales que servirán de base para el óptimo desempeño del juego, las actividades escolares y las actividades básicas de la vida diaria.
Cuando se dan alteraciones en el proceso normal de maduración, se producen desordenes de la integración sensorial. Estas disfunciones generan altos niveles de estrés, frustración, aversión o rechazo en actividades que impliquen el procesamiento de estímulos sensoriales. Como consecuencia se ven alteradas las funciones ocupacionales del niño en sus contextos habituales, pero suelen no sentirse capaces de cumplir con éxito las demandas del día a día.